Regreso a Puerto Rico después de nueva días de vacaciones para encontrarme con la triste noticia del cierre del diario “The San Juan Star”. Con el cierre de este importante medio quedan en la calle 120 trabajadores y se cierra un capítulo importantísimo en la historia del periodismo puertorriqueño. Fue el Star el diario que ayudó, en gran medida, a descubrir la verdadera historia sobre los asesinatos en el Cerro Maravilla. Fue el único diario de Puerto Rico en obtener un premio Pulitzer. Y tuvo como editor al hoy famoso escritor William Kennedy, autor de la novela “Ironweed”.
La caída del periódico se veía venir desde hace más de un año. En meses recientes, el periódico no publicó varios días y el número de páginas – y anuncios – se redujo al mínimo. Algunos atribuyen el cierre a la mala administración y al desvío de ingresos a otras empresas del empresario Gerry Angulo. La gerencia, por su parte, culpa a la recesión económica y a la negativa de la unión de aceptar ciertas concesiones para alargar la vida del medio.
La situación crítica que enfrentan los periódicos puertorriqueños no se limita al Star. Claridad publicó recientemente que El Nuevo Día despidió a 24 empleados, 20 de ellos unionados y 4 por contrato. Comenta, además, sobre los rumores de la venta del periódico a una empresa chilena. En agosto, según comentamos en este mismo blog, alrededor de 20 empleados fueron despedidos de El Vocero.
La realidad es que, más allá de los asuntos particulares que afectan la economía puertorriqueña, el periodismo tradicional – tanto aquí como en otros países – está en crisis. En Estados Unidos, tan solo en septiembre, han reportado despidos la empresa de periódicos Gannett (dueña de USA Today), el St. Louis Dispatch, tres periódicos en el estado de Washington propiedad de la empresa McClatchy, y el Press-Enterprise de Riverside, California. En lo que va del 2008, los periódicos en Estados Unidos han despedido más de 7,200 empleados.
Entre los retos que enfrenta la prensa tradicional se encuentra la caída de los ingresos por concepto de publicidad y la migración de lectores a los medios de la Internet. La prensa escrita tendrá que reinventarse o, de aquí a unos años, migrar por completo a la Internet. Igualmente, tendrá que identificar nuevas formas de generar ingresos para asegurar su subsistencia.
Para los que trabajamos en relaciones públicas, este cambiante panorama en los medios nos obliga también a pensar en nuevas maneras de comunicarnos con nuestros públicos. Mientras tanto, nos solidarizamos con los compañeros del Star en este momento tan difícil y esperamos que pronto se les abran nuevas puertas.
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