miércoles, 18 de junio de 2008

Retos y tendencias para la primera década del siglo XXI

Casi sin percatarnos, estamos a punto de completar la primera década del siglo XXI. Así de imperceptibles, también, han sido los cambios que han modificado sustancialmente la forma en que ejercemos nuestra profesión y los retos que estos cambios plantean. Sin surgir de la noche a la mañana, estas tendencias son lo suficientemente evidentes para que provoquen la conversación de sobremesa de colegas contemporáneos y principiantes.

1. Menor disponibilidad de tiempo y espacio en los medios tradicionales de comunicación. Específamente, me refiero a la radio, la televisión y los diarios. Hubo un tiempo en que los programas mañaneros de radio reservaban espacio para difundir información sobre actividades de interés para la comunidad. Eso ya es historia. En la televisión, solo quedan disponibles los programas matutinos de dos canales de televisión. Mientras, en la prensa diaria del país, es notable el estancamiento de espacio dedicado a noticias de negocios, donde precisamente desean aparecer muchos de nuestros clientes. Por otro lado, desde hace más de 20 años tenemos los mismos periódicos, las mismas revistas (con la excepción de varias de distribución gratuita, como Appoint y GCity) y los mismos canales. Esta escasez de medios masivos tradicionales nos obliga a ser cada vez más creativos a la hora de llevar nuestros mensajes a un gran número de personas.

2. Mayor disponibilidad de medios alternos de comunicación. Según se cierran algunas puertas, se abren otras. La proliferación de medios alternos y nuevas tecnologías nos abre nuevos canales para colocar información. Lo difícil, para los que nacimos entre el 60 y el 70, es entenderlo todo: Internet, correo electrónico, blogs, RSS, SMS, MP3, webcasts, podcasts, intranets. Aquí, los relacionistas de 30 años o menos nos llevan la delantera, pues prácticamente se criaron con estas tecnologías. De repente, los que creíamos saber más, sabemos menos – pero no podemos darnos el lujo de quedarnos atrás.

3. Nuevas formas de buscar y leer la noticia. Atado a la explosión de nuevas tecnologías, está el hecho de que la mayoría de los jóvenes invierten más tiempo conectados a la Internet, que leyendo El Nuevo Día o sintonizando Noticentro 4. Uno de nuestros mayores retos es identificar cómo llegar a los públicos jóvenes, más allá de efectuar promociones y eventos que, aunque efectivos, tienen un impacto a corto plazo.

4. Nuevas formas de relacionarse. La conexión interpersonal dejó de limitarse al “pub”, la discoteca, las asociaciones profesionales o el centro comercial. Ahora se extiende a lo que los norteamericanos han bautizado como “social media” – los MySpace y Facebook de la vida. Lo curioso es que estos medios, ideados para jóvenes, son utilizados con entusiasmo por cuarentones como yo. Además, se han convertido en una forma virtual de aglutinar a personas con intereses comunes.

5. De la noticia dura a la historia “light”. Los diarios del país se inclinan cada vez más por la historia “light”, al igual que lo hacen los noticiarios de televisión. Hablamos aquí de la vida de los famosos, de los no tan famosos pero que pueden ser lo suficientemente interesantes para generar un perfil de interés, de la moda, la decoración o el restaurante del momento. Este giro presenta oportunidades para muchos clientes, al igual que dificulta la vida para otros.

6. Menos centros de trabajo para principiantes. El 90% de los que comenzamos a trabajar en los 80 lo hicimos en un departamento de relaciones públicas de una agencia de publicidad, o en una firma de relaciones públicas. Era el lugar para aprender y por ello nos conformábamos con ganar poco los primeros años. Hoy, el cierre de muchas agencias o departamentos de relaciones públicas (Plus, Focus, entre otros) o la consolidación de servicios en unidades “below the line”(Plug, 4D) significa que a muchos relacionistas nuevos se les hará más difícil encontrar un lugar donde pulir las destrezas adquiridas en la academia.

7. Incertidumbre económica. Vivimos en el Puerto Rico post-936, caracterizado por el IVU, los aumentos en la gasolina, el agua y la luz, el estancamiento en las ventas de autos y propiedad inmobiliarias. En fin, por primera vez en muchos años, nuestro país enfrenta un crecimiento económico negativo. ¿Cuál es nuestro rol ante este nuevo entorno económico? ¿Cómo comunicamos a nuestros clientes y patronos que es precisamente en momentos como éste, cuando más efectivos podemos ser? ¿Habrá presupuesto para nuestros empleos y campañas?

8. Un nuevo lenguaje urbano. Desde que la “salsa” irrumpió en escena en la década del 1970, no ha habido un movimiento musical con tanto arraigo y vitalidad como el reguetón. Esta música, reflejo de toda una generación, ha tenido un impacto enorme en la cultura popular y se ha convertido en uno de nuestros principales productos de exportación. Sólo basta darle un vistazo a estos dúos: Wisín y Yandel con David Bisbal, Daddy Yankee con Fergie, Residente Calle 13 con Alejandro Sanz y Tego Calderón como actor en una película del productor John Singleton. Más allá de este impacto evidente, tenemos que preguntarnos: ¿Cómo cambia nuestra forma de crear y diseminar mensajes, tanto en forma como en contenido? ¿Qué valora y admira la generación del reguetón? ¿Cómo lidiamos con su crítica social?

9. Aumento en el activismo y la conciencia ambiental. Aunque el activismo ambiental en la Isla tiene sus raíces en la década del 1970 y ha tenido sus altibajos, la continua densificación urbana del país, los abusos de algunos desarrolladores y los informes de prensa sobre irregularidades en la otorgación de permisos, crean tierra fértil para nuevas manifestaciones a favor de la protección ambiental. Puerto Rico no se agranda y la construcción continua, así que preparémonos para ser interlocutores a favor de un desarrollo económico inteligente y sensible a las necesidades de la comunidades.

10. Mayor visibilidad y aceptación de la comunidad gay. La comunidad gay de Puerto Rico es cada vez más visible y, aunque los grupos conservadores más vociferantes atestigüen lo contrario, es también más aceptada. La activista Cecilia De La Luz conduce un programa semanal de radio hace ya varios años y es una de las columnistas regulares del diario El Nuevo Día. Decenas de páginas web y blogs están dedicados a la comunidad gay boricua. La discusión del nuevo Código Civil y de la Resolución 99 han sido algunos de los temas que han realzado la visibilidad de la comunidad recientemente. Solo falta que las empresas en Puerto Rico pierdan el temor de patrocinar eventos y medios del segmento gay, lo que indudablemente sucederá cuando prevalezca la actitud “live and let live” de la nueva generación.

Si algo caracteriza al relacionista, es su capacidad de análisis y adaptación. ¿Qué tendencias ves tú?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos Joseph:

Aprovecho este medio para saludarte.

Me gustaría poder contar contigo en el Comité de Almuerzos a Socios del SME el cual dirijo.

Recibe un caluroso abrazo,

Radamés