domingo, 16 de noviembre de 2025

Minnette Vélez-Conty: estratega de comunicación en movimiento

Minnette Vélez
Minnette Vélez-Conty, M.A., es una estratega de comunicaciones y mercadeo con una trayectoria sólida en organizaciones de alcance global, incluyendo corporaciones Fortune 500 y entidades del sector sin fines de lucro. Tuvimos la oportunidad de compartir labores en la oficina de Burson-Marsteller en San Juan. 

Su carrera la ha llevado desde Puerto Rico hasta mercados en Estados Unidos y Latinoamérica, donde ha liderado equipos, manejado comunicaciones internas y externas, desarrollado estrategias de cambio organizacional y diseñado narrativas que elevan la reputación de las marcas que representa.

Con experiencia en sectores tan diversos como aviación, automotriz, educación superior, salud, manufactura y consumo, Minnette se distingue por su capacidad para conectar equipos, simplificar conceptos complejos y construir estructuras de comunicación desde cero. Su liderazgo empático y orientado a resultados, junto con su dominio del storytelling y del manejo de crisis, le han permitido brillar en momentos de transformación corporativa.

En sus roles más recientes —incluyendo posiciones directivas en la American Heart Association, Envoy Air (subsidiaria de American Airlines) y su nuevo puesto como Communications Manager en Saputo Inc.— Minnette continúa demostrando su compromiso con comunicar con claridad, fortalecer la cultura organizacional y amplificar historias que generan impacto. 

Esta reseña es la tercera parte de la serie Relacionistas en la diáspora, que destaca a profesionales puertorriqueños cuya experiencia trasciende fronteras y nutre el campo de las comunicaciones a escala global. 

¿En qué mercado o país trabajas actualmente y cuál es tu rol profesional?

Hace ocho años llegué al norte de Texas (DFW Metroplex), donde me desempeño como gerente de comunicaciones.

¿Cómo fue el proceso de dar el salto de Puerto Rico a trabajar en el exterior?

Mi transición ocurrió por una oportunidad de trabajo de mi esposo. Conseguí empleo como gerente de comunicaciones para una línea aérea, donde estuve cinco años. Luego quise explorar el mundo de las organizaciones sin fines de lucro, específicamente como gerente de mercadeo. Estuve ahí dos años y actualmente trabajo para una empresa manufacturera canadiense de productos lácteos.

¿Qué aprendizajes de tu experiencia en Puerto Rico consideras que han sido clave para tu éxito en tu carrera actual?

Toda experiencia brinda herramientas para asumir nuevos retos. La cultura de trabajo en Puerto Rico es muy distinta a la de Estados Unidos: en la isla es común tener múltiples responsabilidades bajo un mismo rol, mientras que aquí cada persona se especializa en un área. Ese estilo más versátil —junto con el dominio del español— ha sido un activo para las empresas con las que he trabajado. Además, haberme expuesto a distintas funciones me permite mantenerme al día con la tecnología y adoptar formas más eficientes de trabajo. También ha sido interesante trabajar con múltiples generaciones; es importante mantener una mentalidad de aprendizaje, evolucionar con las nuevas formas de trabajo y mantenerse relevante.

¿Qué diferencias principales encuentras entre ejercer las relaciones públicas en Puerto Rico y en el lugar donde trabajas hoy?

Puerto Rico es un mercado más pequeño, donde los contactos son cercanos y es común coincidir con las mismas personas. En Estados Unidos las conexiones están más dispersas. También existen diferencias culturales que impactan significativamente la forma de trabajar: en EE. UU. cada uno se concentra en su área, y es posible que no vuelvas a coincidir con los mismos contactos. Además, aspectos étnicos y sociales influyen en la comunicación. Completar un certificado de diversidad, equidad e inclusión en Cornell me ayudó a comprender la importancia del lenguaje y de cómo dirigirse apropiadamente a distintos públicos.

¿Qué recomendarías a otros relacionistas puertorriqueños que deseen abrirse paso en mercados internacionales?

Les recomendaría ampliar su red de contactos, formar parte de organizaciones profesionales o hacer trabajo voluntario alineado a sus intereses para establecer conexiones locales. Es un mercado grande y muy diluido. También es fundamental entender que la diversidad en Estados Unidos impacta la comunicación y las interacciones. Algo tan común para nosotros como saludar con un beso o un abrazo puede ser ofensivo o verse como una invasión al espacio personal. No basta con ser cortés y profesional: hay que observar el entorno hasta entender lo que es aceptado.

¿De qué manera mantienes presente tu identidad puertorriqueña en tu práctica profesional?

Muchas empresas aún valoran las celebraciones culturales. El Mes de la Hispanidad, por ejemplo, ofrece una plataforma para hablar de nuestras raíces. Siempre aprovecho estas oportunidades, porque todavía existe la percepción de que todo el que habla español viene de México, algo que se acentúa en Texas, donde la población mexicana es muy numerosa. Por eso es importante servir de embajadora a través de mi trabajo y demostrar que los puertorriqueños tenemos la educación, experiencia y talento para competir y exceder expectativas en el mundo laboral.


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